Cuatro y veinte de la mañana del sábado 16 de noviembre de 2013.
– ¡Despierta! Creo que he roto aguas.
Saliendo de un sueño profundo, e intentando abrir los ojos, sólo consigo mascullar:
– ¿Qué?
– Creo que he roto aguas. Mira.
Observo una mancha de humedad en las sábanas.
– Va a ser que sí.
Seguir leyendo Eva