Me despierto… ¿qué hora será? Miro en el despertador: son las 8:30… ¿me levanto? No; que suene, que suene.
Me sobresalto con la alarma; ya son las 8:40… me he dormido durante diez minutos. Ya ves, estamos en medio de un fin de semana largo, es domingo y aun así hago el esfuerzo de levantarme temprano… ¿con qué motivo?
Una ducha para despejarme; desayuno tranquilamente; adecento la habitación y me enfundo la ropa.
¡Ah! Antes de salir: sí, sí… tengo algo de dinero… cojo las llaves, la cazadora, el casco y salgo por la puerta de casa, en dirección al parking.
Arranco la moto, acciono el botón del mando, para que se abra la puerta y subo la rampa. Fuera, en la calle, veo huecos entre los coches; circulo por las calles y tampoco se ve movimiento; se nota que la gente ha salido fuera, aprovechando estos cuatro días.
De repente, a dos manzanas de mi destino, comienzo a ver gente a tropel disfrazada… parece que no voy a estar solo. Y no tardo ni un minuto en confirmarlo: por la parte trasera de la manzana del edificio de «La Farga» de l’Hospitalet, discurre una enorme cola (a la española, sin ningún tipo de orden) que prácticamente la envuelve, llegando casi a rodear tres cuartas partes de ella.
Continúo por la calle con la moto, hasta llegar a las puertas de salida, donde aparco.
Así que recorro la hilera desde el principio al final (aunque hubiese adelantado más yendo en el otro sentido) para poder observar a la gente, sus disfraces, camisetas de fansubs, las chicas guapas y demás.
Por suerte la cola avanza rápido, además me entretengo viendo a la gente que hace el mismo recorrido que he hecho yo, ya hace un rato.
Tras unos quince minutos de cola, descubro que es la de la gente con entrada, que para comprarla hay que hacer otra cola… ¡Vaya por dios! Así que cambio de una fila de gente a otra.
Esta vez la cosa no avanza tan rápido y, a pesar de ser la hilera mucho más corta, vuelve a pasar otro cuarto de hora antes de que me den el papelito a cambio de 4.
Total que me dirijo a las puertas de entrada, decidido a colarme; y todavía con más razón cuando veo que la cola se dispersa al llegar a las vallas de protección, porque escucho a un guardia de seguridad gritar:
– Esta es la cola para la gente con entrada; repito: esta es la cola para la gente con entrada.
Por lo que la gente se queda como aturdida, tras saber que han estado haciendo cola para nada… y la abandonan. Así que me cuelo sin problemas.
Una vez dentro, tras alucinar con la cantidad de gente que hay, me dirijo al stand de Ficomic, para obtener mi manga gratiX. La operación es rápida: me dan el nº 2 de ¡Estás arrestado!.
Como no pienso ir con eso en la mano todo el día, paso directamente a la segunda misión: encontrar el stand de Norma Comics y comprar todos los números de Neon Genesis Evangelion que tengan, a partir del 2 (y de paso obtener una bolsa).
Llamo la atención de una chica, que me dice en un principio que tienen del uno al nueve, excepto el número cuatro… Pero cuando le digo que quiero del 2 en adelante, los que tengan, parece que cambia de opinión… y me dice, tras desaparecer un rato, que sí que lo tienen (el cuatro, digo). Así que me pongo bastante contento, porque ahora ya sólo me falta el diez para completar la colección.
Ya con el trabajo hecho, miro el reloj: casi las once y media. A las 12 hay una quedada de la gente del foro de AU, así que decido localizar el punto de encuentro: las escaleras que van a la sala de proyecciones.
Estoy llegando y veo a cuatro tíos con camisetas negras, con un dibujo y unas letras que reconozco: AnimeUnderground. Así que pillo a uno por el brazo y le pregunto:
– ¿Quiénes sois?
Y bueno, converso un poco con ellos. El que habla, con un poco de acento del sur, es _TheAway y le acompañan _RuGaL_, RoMaN y _Thunder_. Ya estuvieron ayer por el salón. Me dicen que también andan por ahí algunos más del fansub.
Por lo visto ellos no están ahí por lo de la quedada. Así que me despido.
Doy una vuelta por los alrededores, haciendo tiempo hasta las 12. Y vuelvo a esa hora… pero hay tanta gente y tanto jaleo, que al final pienso que es tontería empezar a preguntar a todo el mundo; así que miro el programa y veo que en la sala de actos ha comenzado una mesa redonda: Soy otaku, ¿y qué?
Me voy hasta el lugar y, nada más entrar alucino: está Kirai.
El audio en la sala es bastante malo, pero la charla está divertida; cada uno explica sus experiencias con el anime y el manga.
Termina el acto y decido recorrer todos los stands, para ver las novedades… porque comprar, ya no voy a comprar más.
Por el recorrido me compro una bola de no sé qué tipo de pasta, rellena de fresa… que no recuerdo como se llama.
Luego subo de nuevo, pero ahora a ver las exposiciones: Tokio «escaparate de subculturas» y los carteles que se presentaron a concurso para representar el salón este año.
Ya es hora de comer, así que me pongo a la cola, para conseguir un «Obento» y una cerveza Sapporo. ¡Esta cola sí que es lenta!
Una vez consigo mi bandeja y mi lata, me busco un rincón para sentarme en el suelo, como todo el mundo. Comer con palillos rules.
Después del papeo, me paso un rato mirando el concurso de cosplay; luego me paseo por las máquinas de videojuegos… aunque la cosa está muerta. Finalmente, vuelvo a la escalera de la sala de proyecciones y consigo un número para la siguiente sesión.
La siguiente hora me la paso viendo el concurso de cosplay, que está muy divertido… sobre todo cuando salen unos haciendo una representación de Bola de Drac.
El tiempo pasa rápido y a las 16:45 subo a ver un capítulo de Paranoia Agent, en versión doblada al castellano, y luego otro de Samurai Champloo, doblado al inglés, pero se entiende bastante bien. Los dos me han gustado, pero más el de S.C.
Bajo las escaleras y me quedo hasta ver el final del concurso de antes. Pero cuando dicen que hasta las ocho no dan los premios y veo que todavía no son ni las seis y media, decido que ya es hora de emprender el camino de vuelta a casa.
Así que salgo por la puerta contento, con la bolsa llena de manga colgando del brazo, en dirección a la moto; con la decisión de que el año que viene volveré.