Tailandia [18]

Nos hemos levantado a las 9h. Hemos desayunado y hemos alquilado un par de motos de cambio automático por 200 bahts (24 horas) cada una. Les hemos llenado el depósito por unos 100 bahts cada una.
Hemos ido a recorrer parte de la isla. Yolanda llevaba una moto con Susana detrás y yo iba de paquete de Ivette.
En un momento dado nos hemos metido por un camino que cada vez era más chungo y, en vez de tirar para atrás, hemos decidido continuar. Total, que al final hemos acabado Yolanda y yo llevando las motos por un camino de cabras y Susana e Ivette han ido andando.
Casi al final del camino hemos dejado las motos y hemos descendido por una rampa de cemento, que tenía arena encima. Los cuatro hemos acabado patinando, pero por suerte ninguno se ha caído.
La playa que había al final era chula; nos hemos bañado y achicharrado durante largo rato.
Luego hemos ido a comer a un restaurante que había allí mismo. Todos los bancos y mesas estaban barnizados y el barniz se reblandecía con el sol… así que se ha manchado el bañador que llevaba… ¡joer!
Después de comer nos hemos dado un chapuzón y hemos hecho el camino inverso. Yolanda lo temía, pero al final se nos ha hecho más corto que la ida. La parte mala ha ido para Ivette, a la que se le ha roto una de las chanclas; por suerte se la ha podido arreglar en plan MacGyver con un trozo de cuerda y completar el camino.
Al llegar a la carretera hemos retomado las posiciones originales en las motos y hemos seguido por la carretera «buena», pues con lo del caminito ya habíamos tenido bastantes mosqueos.
Lo bueno ha sido que hemos descubierto que por el camino fácil también se llegaba a la misma playa… ¡en fin!
Luego hemos ido a ver la Roca de Buda y hemos tomado un batido.
Después hemos recorrido media isla para acabar en una terraza tomando algo y viendo la puesta de sol.
Al volver al Seashell hemos recogido la ropa límpia y nos hemos apuntado a una excursión de snorkel para mañana y nos hemos ido a duchar.
Después hemos ido a cenar a un sitio muy chulo (Papa’s Tapas), en el que sirven tapas muy pequeñas, eso sí (en plan degustación) pero muy ricas.
Después hemos pedido un cocktail y nos han puesto una cachimba para fumar manzana. Se estaba muy a gusto en el local… pero a eso de las 23:30h hemos decidido que era hora de ir a descansar para el tour de mañana.